Si te digo que esto te hará pensar el valor revelador de una pregunta, es porque me sucedió. Ya verás a que me refiero. Hace un buen tiempo, empezando un nuevo trabajo, me enfrenté a una solicitud que me hizo uno de los directivos. La comunidad educativa debía conocer quién era el nuevo maestro que había llegado. Para ello debía escribir unas líneas en la revista del colegio. La verdad no sabía que debía contar.
Muchas cosas se me vinieron a la mente. El jefe vio mi cara de confusión y me dijo: “tranquilo, solamente cuéntales quién eres tú”.
“Ah entiendo, sólo debo decir quién soy”. Entonces, más confundido aun, giré mientras me despedía y salí, con la cabeza dándole vueltas a la tarea, prnsando en el valor revelador de esa pregunta.
Recordé esto porque ayer, sentado en la sala de espera de un médico, escuchaba el dialogo de los pacientes mientras mataban el tiempo esperando ser atendidos. Todos hablaban de “su enfermedad” y hasta “sus enfermedades”. Apropiados de ellas, hasta el punto de estar definidos por ellas.
En otros ambientes he escuchado a gente decir que son ingenieros, abogados, físicos puros, o enfermeras. Siempre he tenido la duda de quienes eran esas personas antes de sus graduaciones.
¿En dónde hallamos nuestra identidad? ¿Cómo nos definimos? ¿o que nos define? ¿Cuál “identidad o identidades” tienen residencia permanente en nosotros y cuales son aves fugaces?
Volviendo a lo de hacerte pensar el valor revelador de una pregunta y para no dejarte en ascuas con que fue lo que plasmé en aquel boletín, aquí debajo te dejo en prosa la adaptación del poema que escribí para la ocasión. Con él cerré la colección que publiqué bajo el nombre de “Olores de la Memoria, Voces del Alma”
El hombre es la suma de lo que piensa, de lo que cree, de lo que siente, de lo que hace, de lo que le gusta y aún de lo que le disgusta. Somos una combinación de pensamientos, creencias, sentimientos, acciones y gustos que nos hacen diferentes, únicos, especiales. Somos un ayer, somos un hoy y somos un mañana.
Los recuerdos cabalgan en mi mente presurosos por ser parte de la página que me describe. El sonido de sus cascos es música que me hace escapar una sonrisa.
Olores, imágenes, sensaciones, ecos, sabores. ¡Buenos recuerdos!
Mi corazón, al compás de batería, se hace presente, anuncia mis amores. En él viven mi esposa Mariela y mis hijos Armando, Alejandra, Daniella, Natalia, Andrés y mis nietos Ethan, Eli y Nori. Los amo, son mi sístole, son mi diástole, el ritmo que me hace palpitar.
En él también están mi madre, mi hermano y su familia que junto a mis cuñados, amigos como Roberto, y ustedes mis compañeros de balcón, son mi pericardio familiar.
Sigo mi camino, la multitud, escucho; Los platillos, con su sonido de bronce, persistentes, desafinados, chocan ante la indiferencia, ante el egoísmo, ante el desamor, ante el lasse faire, lasse passé, ante la falta de conciencia de sí mismos, ante el desinterés, ante la flojera y la desidia que entrega el control y gobierno de sus vidas y que finalmente los consumirá.
Siento rabia, siento pena, me duele el corazón. ¡Escucha, tú que vas por el camino, este metal tañe por ti!
Alzo mi cabeza, y miro dentro de mí, escucho una voz. “Un hombre debe ser íntegro, debe regir su vida bajo valores de bien”. Me ciño a los preceptos y estatutos cristianos, a aquellos que con su sabiduría divina dejó Jesús: “Haz con otros lo que quieras que hagan contigo”. “Ama a Dios con toda tu fuerza, con toda tu alma, con todo tu corazón, y a tu prójimo, como a ti mismo”.
Grandes palabras de aquel que es digno de imitar. En ellas están el Respeto, la Lealtad, la honestidad, el amor, la responsabilidad, la Integridad, lo que es valor y verdad.
La multitud de recuerdos grita, ven con asombro que se acaba el espacio y ellos no están, veo al muchacho que era, engominado (entonces al gel se le llamaba gomina) esperando al bus para ir al colegio, disfrutaba con todas las materias, viajaba por la geografía universal con la historia y sus personajes, en medio del fragor de las batallas y las luchas de las conquistas, me regodeaba conociendo la belleza de nuestra lengua, de las lenguas, midiendo el peso tasando el valor de cada palabra, maravillándome también con el asombroso mundo de la entamoeba coli y todos los superamigos del reino animal.
OH tiempos aquellos de descubrir el mundo, que entonces era tan ancho y ajeno y hoy dicen que es un solo un pañuelo.
Tuve oportunidad de conocer y amistar con jóvenes de , de aprender mucho de la diversidad, y juntos nos embebimos en ese propósito de búsqueda de nosotros mismos y del conocimiento y la capacitación.
En esta vida de aprender, aprendí a gustar de muchas cosas, a abrir mis sentidos a cosas nuevas, y mi mente y mi paladar, han degustado ricos alimentos, ricas experiencias con el aroma de la canela y el curry, la exuberante sencillez de las verduras al dente y la salsa de ostras o de soya, la fantasía del orégano, el tomate, los quesos, la excelencia de un guiso deslumbrante mezclado de humo y coco, el dulce recuerdo del repollo agrio, las salchichas y el puré de papas.
En la imprenta de la cocina se escribe mucho de la historia de los pueblos, de sus gentes, libros que se leen una y otra vez con mucho gusto y gran placer.
He tenido la fortuna, y le doy gracias a Dios por eso también, de haber caminado por el mundo. He admirado cuan grande y bella es la creación. Nací en el mejor vividero del mundo, atravesé la puerta de oro para vivir en la capital del mundo, primeramente, en la capital del sol luego, en la provincia colombiana más tarde y de vuelta a esta, ya no tan arenosa, ciudad.
Grandes recuerdos, hermosos lugares, paisajes, paraísos, amigos. Cada lugar, cada sitio, cada persona ha dejado un poco de sí, ha sumado.
Los sueños los anhelos irrumpen, con melodía de saxo y piano, pidiendo espacio. Sueño con la brisa del mar y el aroma del campo, con una gran familia, anhelo escuchar las voces y ver las sonrisas de los que aún no nacen.
Sueño con hombres que sueñen, con niños y jóvenes más intensos a la hora de asumir su papel en la vida, su propósito. Anhelo verlos más intensos a la hora de cultivarse, de crecer, con clara conciencia de sus responsabilidades, con la certeza de sus capacidades y posibilidades.
Deseo que recuerdes que vale la pena detenerse cada día a ver el azul del cielo, a escuchar el canto de las aves, a sentir el sol en la piel, la caricia del perfume de una flor y la vistosidad colorida de su vestido,
Anhelo que recuerdes que vale la pena contar estrellas y dibujar con las nubes, que al final del arco iris hay un gran tesoro solo para ti, que vale mucho detenerse a disfrutar un helado, a sentir responsabilidad por las otras personas a nuestro alrededor, sean niños o no, sean familiares o no, detenerse a saborear el amor, a admirar y vivir la vida por lo que es en sí, verla a través del cristal de la Verdad, a ser obedientes a la voz de nuestro Padre Celestial, a darle en todo tiempo gracias a Dios por este maravilloso regalo, que disfrutamos mientras Su hálito de vida nos sostiene.
Sueño, en el ocaso, estar sentado al lado de mi esposa, en lo alto de nuestra terraza, meciéndonos, y poder ver hacia atrás, mientras esperamos el encuentro con el Señor, ver lo vivido y sentir satisfacción por lo vivido.
Me callo, y una voz de trompeta pregunta:
“¿Y, tú? ¿Quién eres?”
Espera que esto te hará pensar el valor revelador de una pregunta y que de gran manera te ayude a marcar la difrencia reconociendo quién eres, y lo que traes a la mesa, lo que te distingue.
Este sitio es libre de publicidad. Se sostiene gracias al apoyo de sus lectores. Tu también puedes apoyarme y así poder producir mas contenido de calidad. Es fácil, solo «comprame un cappuccino» pulsando el botón naranja: ¡GRACIAS POR TU APOYO!
Tengo un regalo para ti. Puedes descargar totalmente gratis mi ebook Resiliencia, haciendo click aquí. También puedes adquirir mi libro Olores de la Memoria, Voces del Alma directamente desde aquí.
Si como a mi te gusta leer entonces te comparto esta lista de 20 libros altamente recomendados. Espero te sea útil y la disfrutes.
En mi canal de youtube encuentres mas material como este. ¡Visítanos!
Cultivar el asombro, probar cosas nuevas y experimentar son formas de fomentar la creatividad en…
Para ser creativo, necesitas tener una mente abierta y flexible. Deja de lado tus prejuicios…
El autocontrol es una habilidad vital que nos ayuda a tener éxito en todos los…
"Todos nacemos felices. Por el camino se nos ensucia la vida, pero podemos limpiarla. La…
El 18 de enero de 2022, al mediodía, sostenía una conversación con Roberto. Nos reíamos…
Se acostumbra el hombre a ver los sueños como visiones del futuro y el hoy…
Ver comentarios
El hombre es la suma de lo que piensa, de lo que cree, de lo que siente, de lo que hace, de lo que le gusta y aún de lo que le disgusta. Somos una combinación de pensamientos, creencias, sentimientos, acciones y gustos que nos hacen diferentes, únicos, especiales. Somos un ayer, somos un hoy y somos un mañana.» Palabras sabias, que cuando lo tenemos claras en nuestra vida dejamos de lado el imitar o seguir y ahí comenzamos a vivir siendo dueño de nuestras propias reflexiones y decisiones.
Muy bonita este artículo, creo que tú tarea fue todo un éxito Jaime.
Gracias Leina. Lo importante, tu lo has dicho, es ser dueños de nuestras propias decisiones. Eso se da a partir de la reflexión. De nuevo gracias por la visita.
Inspirador! Gracias por invitar a repensarnos.
¡Gracias por tu visita!
Hola Jaime,
Espectacular!! Como siempre!!
Gracias por hacerme parte de tu «pericardio familiar» . Como sabes, no soy muy religioso, pero siempre actuo con respeto, honestidad, con amor, con responsabilidad y con integridad. Muy Importante estos puntos..
Han sido muchas las ocasiones que hemos hablado, que nunca podemos dejar de soñar, nunca podemos dejar de caminar (Keep walking), teniendo en cuenta que tambien hay que detenerse y hacer Ná!!!
Quien soy yo?…Muy buena y dificil pregunta….
Exacto. ¡así es! Esperame un minuto, voy y sirvo otro. No se puede dejar de caminar jajaja
Muchas gracias x sus escritos ,siempre he dicho que es el mejor y me ayuda tanto leer sus libros ,lo admiro Mr jaime
Gracias Onis, lectora fiel, tus palabras me alientan, y me dan fuerzas. Un abrazo.