La mayor aventura que puedes tomar es vivir la vida de tus sueños. Oprah Winfrey
¿Estás viviendo la vida de tus sueños?
Claro y directo, ¿tienes lo que siempre quisiste en la vida? ¿Estás satisfecho con dónde están tu vida social, tus finanzas, tu carrera, tu salud, tu bienestar, tu crecimiento personal y tu educación? ¿Lo que tienes en todas las esferas de tu vida hoy es lo que siempre quisiste tener?
¿Estás viviendo la vida de tus sueños?
Probablemente no. Verás, 9 de cada 10 personas no están satisfechas con las vidas que están viviendo.
Odian tus trabajos, no están cerca de ser lo que son o de lo que les apasiona. Nueve de cada diez personas no están contentas con su condición física, ni con su salud, o con su papel como miembro de la familia. Tampoco con la forma en que va su vida social. Sienten que no están creciendo. Es una realidad, 9 de cada 10 personas están estancadas. ¡Y no hacen nada al respecto!
Déjame preguntarte algo. ¿Eres tú uno de los nueve? Mejor aún, déjame preguntarte otra vez:
¿Estás viviendo la vida de tus sueños? La vida no es una mano de cartas mal barajadas que te repartieron. Tampoco es un papel oscuro en una película barata que tienes que representar. Debes sentirte bien con tu vida.
Si murieras en este mismo momento, ¿te irías en paz, feliz, sin remordimientos? ¿O pedirías una oportunidad, una segunda oportunidad?
La buena noticia es que hoy puedes decidir aprovechar una segunda oportunidad, una oportunidad para tomar acción y cambiar de dirección. Hoy puedes decidir embarcarte en la mayor aventura de tu vida. Tu vida real. La vida de tus sueños.
ESTABLECIMIENTO DE LA RUTA
«¿Podría decirme, por favor, por qué camino debo tomar desde aquí?»
«Eso depende mucho de dónde quieras llegar».
«No me importa mucho dónde –»
«Entonces no importa hacia dónde vayas.»
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas
Primer paso para vivir la vida de tus sueños
El primer paso de tu viaje es establecer «a dónde quieres ir». Tener un destino claro y cristalino es crucial. Como sabes, si no sabes a dónde vas cualquier camino puedes llevarte allí. Para encontrar tu «destino» tienes que hacer una parada, bajar de la cinta de correr por un tiempo y empezar a soñar de nuevo.
Además, ¿recuerdas cuando eras un niño? ¡Cuando eras joven soñabas libremente! Soñaste con grandes cosas para tu vida. Tal vez te viste viajando por todo el mundo, o involucrado en una ocupación o negocio en particular, tal vez viviendo en una gran mansión, rodeado de lujos y comodidad o como misionero trabajando con las tribus del Amazonas. Quizá te viste como el piloto que cruzaría los cielos, el científico o el médico que salvaría vidas. Serías el aventurero en un viaje por las estepas africanas, o en las carreteras jineteando una Harley, viendo los paisajes más bellos del mundo en total libertad.
¡Querido amigo, tú lo sabes mejor que yo! eras capaz de cualquier cosa, soñabas libremente!
¿Dónde están esos sueños ahora?
¡En resumen, creciste! ¿Dónde están esos sueños ahora? ¿Cuántos de ellos son una realidad en tu vida? ¿Cuántos, como la neblina de la mañana, se disiparon? La conformidad probablemente tomó su parte enterrando una gran cantidad de esos ideales que hicieron que tu corazón latiera más rápido y tu mente volara lejos. Las circunstancias pueden haberte empujado a conformarte con lo que haya traído la vida.
Y lo aceptaste como si fuera tu destino inevitable. Las decisiones tomadas en el pasado, que parecían lo correcto en ese momento, probablemente te colocaron en un carro de montaña rusa fuera de tu control. Por lo tanto, te encontraste viviendo a la merced y voluntad de los demás. Lo peor, probablemente pensaste que tenía que seguir siendo así durante los días que te quedan de vida.
En resumen, amigo mío, la verdad es que depende de ti, y sólo de ti. Es tu decisión enterrar tu vida soñada para siempre, o hacer realidad la vida de tus sueños. Es sólo cuestión de decidir lo que quieres para ti a partir de hoy.
Puedes dejar las cosas como están, permanecer en tu zona de confort y no hacer nada, como la rana que cayó sobre la olla de agua tibia y se sintió afortunada sin darse cuenta de que la olla estaba siendo llevada a ebullición; o puedes tomar acción, dar un paso adelante en el viaje, no tan fácil pero extraordinario, de vivir la vida de la manera en que estabas destinado a vivirla.
La Vida No Es Un Ensayo Teatral
En conclusión, la vida es corta, ridículamente corta, incluso si llegas a vivir hasta cien años, ¿no es todavía corta? Ahora, digamos que puedes vivir hasta los ochenta años. ¿Cuántos años te quedan? ¿Cómo quieres que sean?
Y, si no es ahora, ¿cuándo?
Te lo digo porque creo que también puedes vivir la vida de tus sueños si así lo decides.
Tu vida puede estar en equilibrio, puede haber una congruencia entre tus sueños y tu realidad. Tu puedes encontrar días de plenitud y alegría, una vida de verdadera realización.
Sí, tú también puedes vivir tus sueños. Henry Ford dijo una vez: «Si crees que puedes, o crees que no puedes, en ambos casos tienes razón»
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