Aquel 10 de mayo.
Para un niño de 10 años los días duran más, excepto los domingos después de almuerzo cuando el reloj se emociona y gira más rápido de lo que queremos. Ese día era domingo. Lo tengo muy claro. Domingo 10 de mayo de un año lleno de emociones encontradas. Como el mismo mes con sus asfixiantes calores soporíferos y las lluvias refrescantes, con la invasión de moscas y de los atardeceres de escarlata.
Ese domingo, segundo del mes, se celebraba el día de las Madres.