Nuevos aprendizajes
Hace poco aprendí algo nuevo: Incomodarte te va a permitir crecer y renovarte. Les comparto. Las langostas crecen pero su exoesqueleto, su caparazón no crece con ellas. el crustáceo se mete bajo una piedra para protegerse de los predadores, se desprende de su caparazón y crece. Al aumentar de tamaño desarrolla otra caparazón. Así, una y otra vez. Lo que llamó mi atención es que la caparazón se les queda pequeña, LES INCOMODA, por eso la cambian, hasta que les vuelve a incomodar, y así VAN CRECIENDO. . . Fantástico!
Esto me hizo recordar la historia de como las longevas águilas renovaban su pico, garras y plumas hacia la mitad de sus vidas. Digo historia porque luego de investigar verifique que aunque hermosa, es solo eso, una bella historia. Una metáfora que nos habla de renovación y nuevas fuerzas. La historia de las águilas y el dato de las langostas tienen en común la necesidad del cambio para crecer. Incomodarte te va a permitir crecer y renovarte
Incomodarte te va a permitir crecer y renovarte
En primera instancia, lo que la historia de las águilas y el dato de las langostas tienen en común es la necesidad del cambio para crecer y continuar viviendo a plenitud. Los cambios en general son incómodos. El llamado es a celebrar las incomodidades puesto que aquello que de alguna manera te lo genera, te va a permitir crecer y renovarte.
Hay una fuerza poderosa en la decisión que adoptes frente a las circunstancias que se nos presentan en la vida. Si decides poner las cosas en perspectiva y reconocer que lo que estás enfrentando es una circunstancia temporal, que muy probablemente está fuero de tu control directo, y que no puedes cambiar por el momento. Pero si puedes cambiar tu posición, tu actitud frente a ese evento temporal. Esa es una decisión poderosa
La sabiduría de un hombre que tuvo el mundo bajo su control
Ahora, mira que interesante reflexión hace Marco Aurelio:
“… al igual que ocurre con el fuego, que se adueña de los objetos que caen sobre él. Dichos
objetos apagarían una llama pequeña, pero cuando caen sobre un fuego potente, éste se
apodera de cuanto se le echa encima, lo devora y crece mucho mayor”
Marco Aurelio, Meditaciones, IV, 1.
Entonces, la pregunta es: ¿Eres fuego potente o una llama pequeña? ¿Eres capaz de desprenderte de esa caparazón que no te permite crecer y te mantiene incomodo? ¿o como en la fábula del águila, emprender el vuelo a lo alto y desprenderte a golpes el pico, para que una vez fuerte otra vez, arrancar tus otrora poderosas garras? Es más fácil vivir quejándose de lo incomodo de la caparazón, incluso dejarse morir para no sufrir los 150 días que dice el relato le toma al ave renovarse. Pero no es lo más inteligente.
“Porque la inteligencia derriba y desplaza cualquier obstáculo que se oponga a una actividad programada; y se convierte en acción aquello que lo refrenaba, y en camino lo que imposibilitaba el camino.”
Marco Aurelio,
Meditaciones, V, 20.
La forma en que vemos el mundo determina el mundo que vemos y vivimos
Y es precisamente esta visión la que permite tener la actitud correcta para afrontar lo que la vida nos coloca al frente. La que nos permite convertir dificultades o crisis en oportunidades. Hay que recordar que no somos producto terminado. Hay que dar gracias a Dios que podemos examinarnos y corregir, que podemos darnos el lujo de fallar cuantas veces sea necesario hasta conseguir lo que nos propusimos. De hecho hay que atreverse a fallar. De eso hablaremos en otra ocasión. Recuerda, incomodarte te va a permitir crecer y renovarte
Para finalizar, me gustaría saber tu opinión, si conoces a alguien que haya vivido esta experiencia o si tu la viviste. Por favor dejar un comentario debajo, cuéntanos que resonó contigo. Te responderé antes de nuestra próxima charla en el balcón. Me aseguraré que el café este caliente y el vino fresco. Disfruta la vida!
Otra cosa que te quería comentar es que a solicitud de muchos amigos armé una lista de libros recomendados. La puedes encontrar en la pestaña del blog marcada como Libros Recomendados en Español o click aquí