¿ Hora De Rendirse o Renunciar?
“»Nunca te rindas» es una frase tan pequeña compuesta sólo por tres palabras cortas, pero la importancia que tiene esta frase es extremadamente enorme. Ha hecho una diferencia en la vida de las personas, en el mundo tal como es hoy, en la vida cotidiana y ha dejado una marca en el corazón de todos.”
Yael Sencherman
Hace unos días encontré, mientras buscaba otros documentos, esta frase con la que Yael abre su ensayo “»Nunca te rindas». Ella fue mi estudiante (excelente y muy querida) por los años 2007 a 2010. Me encantaba darles esa frase a mis estudiantes para que agitaran sus mentes y empezaran a escribir.
El ensayo de Yael, quién cursaba noveno grado cuando lo escribió, es muy inspirador. Bien ilustrado con ejemplos de hombres y mujeres que decidieron nunca rendirse o renunciar y cambiaron no solo el curso de sus vidas, sino de la humanidad.
“Es importante creer en ti mismo y pensar que eres capaz de hacer algo. Mira a todos los que no se dieron por vencidos y han dejado una gran marca, un hito, en el mundo, porque algún día también tú puedes dejarlo. Ten esto siempre presente: «Cuando tengas ganas de rendirte, recuerda por qué te aferraste a ello durante tanto tiempo en primer lugar».” Con esta frase cerró su ensayo.
Nuestra cultura fomenta una actitud de nunca rendirse o renunciar, de no retroceder. Yo mismo la fomenté, la fomento, y la seguiré fomentando. Pero, si bien esa es una buena filosofía de vida la mayor parte del tiempo llega un momento en que tiene sentido tirar la toalla.
Nadie quiere rendirse o renunciar, pero hacerlo es en realidad la opción más inteligente en algunas circunstancias.
¿Es hora de rendirse o renunciar? Vamos a averiguarlo, pero antes te quiero recordar dos cositas:
- Todos tenemos fecha de caducidad. Es decir, somos finitos. Memento Mori. Nuestros días están contados.
- Cada día solo tiene 24 horas. Para ti y para mí.
Rendirse o renunciar puede ser la opción correcta para tus circunstancias si:
- El resultado que querías ya no te atrae. De niño quisiste ser vaquero, bombero o policía. Más tarde quisiste convertirte en un pianista clásico, correr una maratón, o dedicarte a lo que te dedicas en la actualidad. Pero los intereses cambian. Si algo realmente ya no te atrae, no es sano perder tu tiempo ni tu energía detrás de ello.
- Sin embargo, debes tener la seguridad de que es el resultado lo que ya no te atrae o emociona. Tal vez es sólo el trabajo que está por delante lo que es poco atractivo. Pero ese es un tema diferente.
- Sin embargo, debes tener la seguridad de que es el resultado lo que ya no te atrae o emociona. Tal vez es sólo el trabajo que está por delante lo que es poco atractivo. Pero ese es un tema diferente.
- El sacrificio requerido ya no vale la pena. Lograr algo significativo requiere un sacrificio. En el caso de un esfuerzo físico, ese sacrificio podría ser malestar físico, lesión o el tiempo requerido. Otras metas podrían tener sacrificios financieros. Independientemente de la meta, habrá un sacrificio.
- Es posible que descubras que el sacrificio es mucho mayor de lo que esperabas, o que tus prioridades han cambiado. La vida no es un evento estático. Todo cambia constantemente.
- Es posible que descubras que el sacrificio es mucho mayor de lo que esperabas, o que tus prioridades han cambiado. La vida no es un evento estático. Todo cambia constantemente.
- Has encontrado algo mejor. Supongamos que te fascinó el violín, así que compraste un violín y empezaste a tomar clases. En el camino, descubriste la tuba y toda su gloria. Es razonable dejar el violín y perseguir la tuba en su lugar.
- A veces, nuestros intereses iniciales nos llevan a lo que realmente amamos. Muchos psicólogos recomiendan esto como una estrategia para encontrar tu verdadero yo. Sugieren darles a todos tus intereses un buen intento y luego ver cómo se van desarrollando las cosas.
- A veces, nuestros intereses iniciales nos llevan a lo que realmente amamos. Muchos psicólogos recomiendan esto como una estrategia para encontrar tu verdadero yo. Sugieren darles a todos tus intereses un buen intento y luego ver cómo se van desarrollando las cosas.
- Estás demasiado preocupado por lo que otros piensan. ¿Quieres estudiar medicina, tener abdominales de revista de ejercicios, o un BMW porque quieres impresionar a otros? Esto no te traerá satisfacción. Ni perdura.
- Sería prudente renunciar inmediatamente a esas ideas y buscar dentro de ti hasta encontrar lo que te es auténtico. Algo más que tenga que ver contigo, con tu tiempo y que te satisfaga directamente a ti.
- Nadie te va a dar suficientes elogios para que tus esfuerzos valgan la pena.
Otros aspectos a considerar a la hora de rendirse o renunciar a algo
- Está tomando demasiado tiempo u otros recursos de un objetivo más significativo. Algunos de tus intereses podrían estar impidiendo tu progreso hacia metas más significativas. Sólo tienes un cierto número de horas cada día. Atomizarlas garantiza que nunca lograrás nada significativo.
- En lo personal esto me ha costado bastante. Al punto de causar tensión. Hay tantas cosas que hago y otras que quiero hacer y un día solo tiene 24 horas. Aquí es donde el ejercicio de la claridad es importante. Robin Sharma lo dejó claro en su libro “El Club de las 5 a.m” La adicción a la distracción es el fin de tu producción creativa.”
- Por eso te recomiendo que de las diez cosas importantes que haces o quieres hacer escojas las 2, tal vez 3 que puedas echar a la maleta.
- Los intereses casuales a menudo tienen que ser dejados de lado para favorecer el interés principal.
- Tus capacidades han cambiado. Tal vez tuviste la oportunidad de ganar una maratón importante en algún momento en el pasado. Pero la edad, las lesiones, problemas familiares y otras limitaciones descubiertas recientemente pueden convertirse en obstáculos demasiado grandes para superarlos. O, esos obstáculos pueden hacer que los sacrificios que se necesitan sean demasiado grandes para que valga la pena el esfuerzo.
- A medida que tu situación cambia, tus objetivos también pueden cambiar. Por ejemplo, una persona recién casada podría encontrar que tiene mayores responsabilidades y demandas sobre sus recursos – con nuevas prioridades – por lo que es posible que desee renunciar a una meta anterior.
- Algunas metas se vuelven demasiado costosas en términos de recursos para seguir tras de ellas. Una vida no dura para siempre. Solo hay tanto tiempo, dinero y otros recursos disponibles para perseguir tus objetivos. Tus intereses también pueden cambiar. Lo que una vez fue atractivo puede perder su brillo con el tiempo.
- Tal vez acabas de encontrar algo mejor en lo que pasar tu tiempo. O, tal vez tus capacidades o situación de vida han cambiado. Todas estas son buenas razones para considerar renunciar a algo. No hay ninguna vergüenza en llamarlo renuncia cuando es la opción más inteligente que tienes disponible.
Nunca, pero nunca renuncies a tu sueño
Para lo otro, para lo que estás seguro es o son tus sueños, para lo que es tu vida, nunca te rindas, nunca renuncies a tu sueño. Estás a un paso de lograrlo.
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No quiere decir que yo ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante trabajando para poder alcanzar aquello para lo que Cristo Jesús me salvó a mí. ( Fil. 3: 12).
Cuando tenemos claro quiénes somos y el propósito de nuestra vida, los esfuerzos se doblegan día a día. Pero nuestras fuerzas siempre son limitadas, por eso contamos con la ayuda de nuestro creador; Dios es la fuerza y fortaleza de todos aquellos que en él se refugian.
Amén. Así es.